viernes, 26 de noviembre de 2010

desidilio.



Los cubos de basura sacados a su hora exacta, temprano y bien. Colocados en la calle. Luces de los salones encendidas, con la intensidad perfecta. Silencio aquí fuera. Frío. Enhorabuena a todos los búnker llenos de gente ordenada y decente. El vaho del aliento es denso, y se queda suspendido en el aire durante unos instantes. Enhorabuena. En el camino, puedo ver las estrellas titilando, sumergidas en frío, inmensidad y dosis de olvido. ¿Acaso salen reflejadas en horario de prime time en vuestras magníficas televisiones de plasma? Entonces debe ser que no existen, que es todo imaginación. Enhorabuena.


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